Me enseñaron el color del amor / yo sé que es rojo. / Yo sé que el viento sur / trae el amor / y huele a rojo./ Me enseñaron el olor del amor / es sur y rojo. (A southern wind from Transylvania)

2da. EDICIÓN DE NADIE DUDE EL LUCERO




Recientemente hemos publicado en Montevideo una segunda edición, ampliada en carácter de homenaje, de la antología NADIE DUDE EL LUCERO, síntesis panorámica de la obra del poeta uruguayo Rolando Faget (1941-2009).

Con selección de textos, introducción y notas de Héctor Rosales, coordinación y edición de Melba Guariglia, el volumen incorpora escritos sobre Faget de distinguidos autores y artistas que tuvieron contacto personal con el poeta, además de acceso puntual a su trayectoria literaria, periodística y cultural.

El proyecto ha contado con el apoyo y patrocinio de la Casa de los Escritores del Uruguay a través del Programa de Fortalecimiento de las Artes (Intendencia de Montevideo) y el auspicio de la Academia Nacional de Letras y la Biblioteca Nacional, lugar donde se presentará oficialmente la edición el próximo viernes 13 de noviembre, a las 19 horas (sala Maestro Julio Castro).La mesa estará integrada por Ricardo Pallares y Laura Martínez Coronel, Lilián Hirigoyen (Presidenta de Casa de los Escritores) y Melba Guariglia, directora de la editorial.

En la contraportada del libro, la poeta y escritora Hirigoyen señala:

Rolando Faget es un poeta que merece ser recordado. Las nuevas generaciones, las anteriores y la nuestra, nos merecemos leerlo, nadar en el verbo y en el verso de su ciudad del río marrón, vislumbrar la dureza del cielo rojo de sus otras mañanas o la tristeza pegada al muro de los descansos. Si la luz tiene consecuencias, porque el amor tiene; si el ir y venir de la casa habitada es nuestra memoria, si el nombre que le damos al trigo es otro al que apenas intuimos, si para conocernos luego, debemos primero navegar en este río, el nuestro; baste entonces con leerlo para que su particular forma del lenguaje nos introduzca en este, su mundo interno, maduro y dolido, casi otoñal, donde la esperanza se avizora lejos. Rolando es un descubrimiento. Sumergirse en su poesía es hundirse en las aguas de un mar profundo de calma aparente.

Les invitamos a la lectura y agradecemos su compañía.
Ático Ediciones
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