Por Macunaíma
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A Rolando Faget
en días de lentes oscuros
montevideanos
en un recodo de boliche
me toca el hombro una nostalgia
linda y triste
(como diría falco)
por el gordo faget
poeta
cartomante
a veces lazarillo
de un mariscal ajedrecista
admirable estratega de guerras
sin crueldades ni bajas
faget
siempre un oso afable y bondadoso
sabedor de que la luz
aunque parezca demorarse
es puntual sobre el río marrón
faget
según cuenta la leyenda
vivió en parís
comiendo arroz con arroz
de una bolsa de varios quilos
y al terminarla
volvió a la sección sumarios
de la caja de jubilaciones
donde hacía crítica de cine
por teléfono
faget
del salto oriental a barcelona
salta el plantígrado barbado
y de pronto desde un 142
donde voy con hija y con familia
lo veo a rolando en una esquina
(una escapada de oso melancólico
por quince días montevideanos)
y toco apenas sus dedos
por la ventanilla del ómnibus
como me toca a veces
una nostalgia triste y linda
por el hermano lejano.
Atilio D. Pérez Da Cunha (Macunaíma)
Del libro Fantasmas en la máquina
Ediciones de Uno, Montevideo, 1986
Recitado: Héctor Rosales
